Un hombre sospechoso de un aparente intento de asesinato contra el expresidente Donald Trump fue acusado el lunes de delitos federales con armas de fuego.
Ryan Wesley Routh enfrenta cargos de posesión de un arma de fuego a pesar de ser un delincuente convicto y poseer un arma de fuego con un número de serie borrado.
Apareció brevemente ante un tribunal federal en West Palm Beach.
Es posible que se presenten cargos adicionales y más graves a medida que continúa la investigación y los fiscales buscan una acusación.
A pesar de su comportamiento alegre y sonriente antes de que comenzara la audiencia, el sospechoso Routh se mantuvo inexpresivo mientras avanzaba el proceso judicial, respondiendo casi siempre “Sí, señoría” a las preguntas del juez.
Routh ingresó a la sala del tribunal poco antes de las 10:00 (11 de la mañana en Argentina) y se sentó junto a una serie de otros acusados que también comparecieron este lunes ante el tribunal. Durante ese tiempo, miró alrededor de la pequeña sala del tribunal a la prensa reunida y a otras personas que habían venido a presenciar al segundo hombre en sólo dos meses que supuestamente había intentado amenazar a Trump.
e acuerdo a una periodistas de la BBC que se encontraba en la sala de audienciasl, la breve audiencia judicial en el pequeño tribunal federal de Palm Beach incluyó algunos detalles bastante personales sobre el sospechoso Routh, mientras se le hacía una serie de preguntas para determinar si calificaba para un defensor público.
Le preguntaron cuánto dinero tenía en su cuenta bancaria, a lo que respondió “cero fondos”. El nativo de Carolina del Norte dijo al tribunal que ganaba alrededor de 3.000 dólares al mes y que sólo tenía dos activos: dos camiones en Hawaii por un valor de alrededor de 1.000 dólares cada uno.
La audiencia apenas duró unos 10 minutos. El hombre de 58 años fue llevado vestido con un mono azul de prisión y con las manos esposadas delante de él. Routh habló con un defensor público durante varios minutos antes de que comenzara la audiencia, sonriendo y en ocasiones incluso riendo mientras el abogado repasaba el procedimiento judicial.
Cuando comenzó la audiencia, se dieron a conocer los cargos: posesión de un arma de fuego por parte de un delincuente convicto y posesión de un arma de fuego con un número de serie obstruido. El primer delito se castiga con hasta 15 años de prisión, y el segundo, con cinco años.