El estudio titulado “Riesgo de suicidio y autolesión después de una cirugía de afirmación de género”, se publicó recientemente en la revista científica médica Cureus y concluye que las personas que se sometieron a este procedimiento tenían un riesgo de intento de suicidio 12 veces mayor en comparación a quienes no lo hicieron.
La prensa internacional reseñó que dicho estudio evaluó a más de 90 millones de adultos de entre 18 y 60 años. Los investigadores encontraron que el 3,5% de las personas que se sometieron a una cirugía trans electiva fueron tratadas por intento de suicidio. Por otra parte, el 0,3% de los pacientes que no se sometieron a un procedimiento quirúrgico no intentaron suicidarse.
En cuanto a la metodología, el estudio constó de cuatro cohortes separadas. La primera cohorte, A, estuvo formada por 1.501 adultos de entre 18 y 60 años, que se sometieron a una cirugía trans y luego buscaron atención de emergencia por ideación suicida.
La cohorte B estaba destinada a servir como grupo de control del estudio y estaba formada por adultos de entre 18 y 60 años que habían acudido a una sala de emergencias por problemas de salud mental pero que no tenían antecedentes de haberse sometido a una operación de cambio de sexo.
Otro grupo, la cohorte C, sirvió como segundo grupo de control del estudio, y estaba formado por adultos de entre 18 y 60 años que acudieron a urgencias y se sometieron a una ligadura de trompas (cirugía que se realiza a las mujeres para evitar el embarazo) o a una vasectomía, pero no se sometieron a una «cirugía de afirmación de género».
El estudio concluyó: “La cirugía de afirmación de género se asocia significativamente con riesgos elevados de intento de suicidio, lo que subraya la necesidad de un apoyo psiquiátrico integral después del procedimiento”.
Al ser publicado el estudio, Erin Reed, que ejerce periodismo y se identifica como trans, hizo un análisis refutando los hallazgos, alegando que la metodología de los autores plantea dudas sobre su precisión. Reed cuestionó los resultados porque según su informe, comparaba a personas que se sometieron a cirugías trans con personas que no se identificaban como trans para determinar si dichas cirugías aumentaban el riesgo de suicidio.
“Para evaluar con precisión si las cirugías transgénero aumentan el riesgo de suicidio, el grupo de control correcto sería el de personas transgénero que no se sometieron a cirugía o, más exactamente, aquellos a quienes se les negó la cirugía”, escribió Erin.
“Sería como juzgar la eficacia de un nuevo método de enseñanza comparando a los estudiantes universitarios que utilizan el nuevo método con aquellos que nunca fueron a la universidad, en lugar de compararlos con los estudiantes universitarios que utilizan el método antiguo” añadió.
En respuesta a esta crítica, Dietrich Jehle, uno de los autores del estudio, aclaró en una entrevista a un medio cristiano, que “observaron las asociaciones con los resultados en lugar de la causalidad en un gran estudio retrospectivo de propensión emparejada”.
Este profesor y presidente del Departamento de Medicina de Emergencia de Sealy en la Rama Médica de la Universidad de Texas en Galveston, declaró: “No analizamos el efecto de la cirugía, solo los resultados en la población que se sometió a una cirugía de afirmación de género”,
Destacó Jehle que no utilizaron individuos que querían una cirugía de afirmación de género y no se les concedió porque en estos casos significaba que tenían una patología depresiva o mental de otro tipo que contraindicaba la cirugía, por lo que no podían ser una referencia en el estudio.
Según el investigador, el “punto clave” del estudio es que las personas que han sido sometidas a una cirugía trans “necesitan atención psiquiátrica integral en los años posteriores a la cirugía”.
“Los pacientes que se someten a una cirugía de afirmación de género se asocian con riesgos de intento de suicidio significativamente elevados, lo que subraya la necesidad de un apoyo psiquiátrico integral después del procedimiento”, dijo Jehle.
Publicado en: EVANGÉLICO DIGITAL – EEUU
– Adultos con cirugía trans, con riesgo 12 veces mayor de suicidio