Una iniciativa planteada por el vocero de la Bancada de Renovación Popular, Alejandro Muñante, solicita declarar el 30 de julio de cada año como el “Día de Acción de Gracias en el Perú”. Ha sido aprobada por mayoría en la Comisión de Educación, Juventud y Deporte del Congreso de la República.

La propuesta de Ley se ampara en el artículo 50 de la Constitución Política del Perú; así como el artículo 12, inciso 1 de la Convención Americana de los Derechos Humanos.

Muchas comunidades cristianas en el Perú ya celebran este día, por lo que institucionalizarlo va en consonancia con el respeto y puesta en valor de las tradiciones culturales y religiosas de los peruanos.

El predictamen recaído en el proyecto de Ley N° 4006/2022 propone impulsar e incorporar esta celebración en las municipalidades provinciales y distritales de los departamentos del Perú conjuntamente con las organizaciones cristianas de cada localidad, con el fin de que (conforme al espíritu que dio inicio a esta celebración) se establezca un día de reflexión y agradecimiento en Perú a la gracia de Dios.

Dada su dimensión vinculada a la espiritualidad, Muñante -de fe cristiana evangélica- ha aclarado que el Estado no debe ser indiferente, ni mucho menos hostil, con las creencias religiosas; y que “Para quienes consideran que se trata de un privilegio, deben entender que el 94% de la población peruana es mayoritariamente creyente. Incluso, en las últimas décadas, diversos mandatarios y gobernantes se han unido a este acto de fe como una forma de dar gratitud a Dios y pedir su intercesión para gobernar con sabiduría el pueblo peruano”.

Además, en su opinión, este acto busca garantizar el libre ejercicio de los derechos fundamentales a la libertad religiosa, de conciencia y la libre difusión del pensamiento; entendiendo que no supondrá ningún gasto al Estado, ni obligar a ninguna entidad a adoptar una creencia determinada.