Más de 34.000 jóvenes hicieron profesiones de fe durante la famosa gira estadounidense de conciertos cristianos denominada “Winter Jam” y según el pastor Zane Black, orador oficial del evento, existe en la generación Z una profunda hambre de autenticidad y verdad.

“Están inundados de falsificaciones: cualquier cosa editada, recortada, filtrada… La era digital los ha llevado tan lejos en el mundo de la IA que anhelan algo real”, dijo Black en una entrevista sobre el evento, reafirmando que estos jovenes tienen “hambre de lo que es real”.

En cuanto a este panorama evidenciado en la gira, agregó que la iglesia tiene ahora la oportunidad “de presentar la verdad auténtica y real en una era de [los] artificiales y escépticos. Hay un Dios verdadero. Hay un Libro que es verdad. Y hay un amor que cambia la vida, que es tangible”

Black cree que hay “más presión que nunca sobre esta generación” y esto se debe en gran parte a las redes sociales. “Se están comparando con todas estas imágenes falsas…”

“Tenemos la esperanza de Jesús y la Palabra de Dios para decir: ‘Esto es lo que Dios dice que eres: eres amado, eres elegido, tienes un propósito, sin importar tu pasado, sin importar tu futuro… ” recalcó.

Estos conciertos tienen su punto de partida en 1995 y este año contó la participación de 10 artistas (incluidos Crowder y Lecrae).

Según los organizadores de la gira, se registraron unas 34.500 profesiones de fe, personas que escribieron su información en un formulario en línea luego de participar en el tour por primera vez.

La plataforma digital está dirigida por Gloo. Las personas que participaron fueron emparejadas con una iglesia local en el caso de no haber venido al evento a través de una congregación.

La gira se realiza por diversas ciudades y la entrada siempre tiene un precio asequible. Este año, Zane Black hizo referencia a la disposición que tienen los cristianos pertenecientes a la generación Z al decir que están “en llamas… Hay muchos que están entusiasmados por compartir la vida de Cristo con sus amigos”.

Reflexionó que, si la cultura se vuelve más oscura, hay más sed de verdad.