El gobierno hondureño y las diferentes entidades religiosas que vieron anulados sus convenios migratorios, han anunciado que se ha alcanzado un acuerdo para actualizarlos tras denuncias de líderes evangélicos.

Este convenio está destinado a facilitar la entrada y el trabajo en el país de misioneros, pastores y curas. Desde los sectores religiosos se mantienen vigilantes respecto a los documentos que se firmarán.

El gobierno derogó los acuerdos migratorios que tenía con la Iglesia Católica, la Confraternidad Evangélica de Honduras, la Iglesia de Jesucristo de los Últimos Días, conocidos popularmente como Los Mormones, y la Misión Adventista, que facilitaba entre otras cosas la llegada de misioneros, pastores y sacerdotes al país.

Ante esta acción los pastores evangélicos de Tegucigalpa conformaron un equipo de abogados que ya trabajaba en acciones legales. El pastor Roy Santos denunció este “ataque a la iglesia evangélica”, aclarando que en ningún caso hay cuestión económica de por medio.

Allan Alvarenga, director del Instituto Nacional de Migración (INM), anunció que el pasado miércoles se pudieron consensuar los documentos a firmar, los cuales serán revisados por los equipos legales de las organizaciones representadas. Se espera que los acuerdos se firmen a finales de esta semana o a inicios de la próxima.

Alvarenga prometió que, una vez finalizados, los acuerdos se publicarán en el diario oficial La Gaceta y entrarán en vigor inmediatamente tras la firma de los documentos. Destacó que el gobierno reconoce a las iglesias como actores fundamentales en los cambios de la sociedad, y que los nuevos convenios están destinados a facilitar y actualizar los procesos migratorios.

“La presidenta Xiomara Castro ha sido enfática en que debemos escuchar a los representantes de las iglesias, atender sus inquietudes y llegar a acuerdos importantes que ofrezcan soluciones administrativas para que el Instituto Nacional de Migración siga respondiendo a la ciudadanía”, afirmó Alvarenga.

Así, de esta forma el Estado reconoce que los misioneros, siendo extranjeros, aportan mucho al país, por lo que es necesario ayudar a que su permanencia sea lo más legal posible. En los nuevos documentos se tomará en cuenta a las familias de los misioneros que lleguen a Honduras.

Gerardo Irías, presidente de la Confraternidad Evangélica de Honduras, la entidad evangélica que actúa como una de las firmantes del convenio, expresó su satisfacción con los acuerdos alcanzados. Reconoció que inicialmente hubo temor y alarma debido a la decisión unilateral de derogar los convenios sin aviso previo ni diálogo, pero valoró la reacción de las iglesias a nivel nacional, que permitió aclarar lo ocurrido y avanzar para este nuevo convenio.