Bolivia asegura que en sus grandes salares se alberga el 30% de las reservas de litio del mundo. Esta declaración ha generado interés en varios países como Rusia, China e India que ya han tenido acercamientos con el Gobierno andino y ponen sus ojos en el mineral boliviano debido a su fácil extracción y bajo costo.
Rusia tomó la delantera, pues hace dos semanas la empresa Uranium One Group firmó un contrato con la estatal Yacimientos de Litio Bolivianos (YLB) para construir una planta de extracción directa y carbonatación de litio, que tiene una inversión de más de 950 millones de dólares con la que se espera obtener 14.000 toneladas anuales del mineral.
Dicha planta será construida en el salar de Uyuni -el más grande del mundo- que tiene una extensión de más de 10.500 kilómetros cuadrados.
A eso se suman los acuerdos firmados el año pasado entre el Gobierno boliviano y las compañías chinas CATL BRUNP & MOC (CBC) y Citic Guoan para el diseño y construcción de plantas de carbonato de litio.
Además, se suscribió un convenio con la firma india Altimin para desarrollar tecnología en la fabricación de baterías de ion de litio.
Pero no solo esos tres países están interesados en el litio boliviano. Francia, Alemania, China y Corea del Sur, entre otros, están atraídos por este recurso estratégico, afirmó a EFE Héctor Córdova, el expresidente de la Corporación Minera de Bolivia (Comibol).
Fácil extracción y bajo costo
Si bien el litio no es un mineral exclusivo de Bolivia, el hecho de que en el país andino se lo encuentre en estado líquido es un punto a favor, aseguró Córdova.
“El litio que se extrae de las salmueras, como el caso de Bolivia, es más barato y de fácil extracción, entonces en el mundo de alguna manera buscan tener una seguridad de independencia en cuanto al aprovisionamiento de materiales estratégicos, como el litio, entonces tratan de asegurarse la cadena de suministro”, explicó el expresidente de Comibol.
En otros países como Argentina, Chile, Perú o Brasil el litio se lo encuentra en estado sólido, por lo que “resulta más cara su extracción”.
Para Córdova, la cantidad de litio que hay en Bolivia “es una fuerte ventaja” para cualquier país que quiere moverse en los terrenos de la tecnología.
“Alemania vino con esa intención, ya se había firmado un contrato con una empresa alemana, Rusia, China, Corea y Japón están tras lo mismo”, enfatizó el especialista.
A finales de 2023, Bolivia inauguró un complejo industrial de litio con un sistema de piscinas de evaporación que, no obstante, actualmente está en la mira por presuntas irregularidades en su montaje.
El Gobierno boliviano lanzó en enero de este año una segunda convocatoria internacional para el aprovechamiento de los recursos evaporíticos, litio y otros minerales, en siete de sus salares y para captar proyectos mediante la tecnología Extracción Directa de Litio (EDL).
Es así que la firma rusa Uranium One Group ya tiene firmado un contrato para realizar los trabajos mediante la tecnología de EDL.
Bolivia estrecha relaciones con Rusia
Varios analistas califican la relación entre Bolivia y Rusia como “estrecha”, después de los acercamientos que han tenidos sus gobernantes Luis Arce y Vladímir Putin en el último tiempo.
El director de la Fundación Milenio, Henry Oporto, manifestó a EFE que tanto Rusia como China proyectan su economía en Latinoamérica. “Es muy evidente el interés de tomar el control del litio de Bolivia”, dijo.
“Parecería que Rusia puso sus ojos en Bolivia, claramente hay una alianza política con Rusia”, agregó.
El expresidente de la Comibol coincidió con Oporto, pero ve que ese interés no solo es por el litio.
“Habría que ver si Rusia está buscando industrializar o extraer los otros acompañantes del lito, como el potasio, bórax y el magnesio, otros elementos que tienen gran valor y tal vez buscan eso”, adelantó Córdova.
Por su parte, Andrea Barrientos, senadora opositora por Comunidad Ciudadana (CC) dijo a EFE que en el Parlamento están en alerta para conocer si el contrato firmado con la firma rusa tiene carácter de exclusividad. “Si es así, nos vamos a oponer y no vamos a aprobar el documento”, aseguró.
El contrato firmado con la compañía rusa tiene que ser aprobado por el Órgano Legislativo para que comience la construcción de la planta de extracción de litio, sin embargo hasta la fecha no ha llegado a las instancias correspondientes ni tampoco se conoce el contenido del documento.
Daniela Romero. Agencia EFE