Hace una semana, cuando la República Islámica de Irán lanzó su segundo ataque misilístico sobre Israel con casi 200 disparos, la población israelí corrió hacia todos los refugios distribuidos por el territorio.
Un día después de eso, en la recorrida que Clarín hizo por algunas ciudades de este país, los entrevistados aseguraban sentirse más preocupados con los posibles ataques de terroristas dentro de Israel que con los bombardeos lanzados desde afuera. Los temores eran fundados: en la noche del 1 de octubre, dos palestinos que vivían en Jericó abrieron fuego en una estación de Tel Aviv y asesinaron a 7 personas.
En estas horas en que Israel libra una guerra en varios frentes -Gaza, Líbano, Irak, Siria, Yemen y un enfrentamiento «indirecto» con Irán, el corazón político y financiero de todas las otras milicias- gran parte del mundo habla de la poderosa Cúpula de Hierro, el complejo antiaéreo israelí que le permite detectar y destruir proyectiles que se lanzan diariamente sobre el territorio israelí. Sin embargo, en una recorrida de Clarín por diferentes complejos militares, quedó en claro que la Cúpula es uno de los cuatro sistemas de Defensa que protegen los cielos de este país.
En gran parte gracias a su alianza con la Agencia de Defensa de Misiles de los Estados Unidos, el Ministerio de Defensa de Israelí despliega la Cúpula de Hierro, dedicada a interceptar cohetes tierra-tierra de corto alcance (en la capa inferior de la tierra). También tiene la Honda de David, el sistema que intercepta misiles tierra-tierra de corto a medio y de medio a largo alcance (en la capa intermedia); el sistema Flecha-2, que intercepta misiles de mediano a largo alcance (en la capa superior) y el Flecha-3, que intercepta misiles de largo alcance (en la capa superior).
Uno por uno
Cúpula de hierro: Es la joya israelí. Es un sistema móvil desarrollado para defender al territorio de misiles de corto alcance y drones (vehículos aéreos no tripulados) como los que recibe Israel permanentemente de Hamas, lanzados desde Gaza; y de Hezbollah, lanzados desde el Líbano.
Su desarrollo se inició en 2007 tras la primera guerra entre Israel y Hezbollah de 2006 en la que la milicia llegó a disparar a este territorio 4.000 cohetes. Causó grandes daños y muertes. La Cúpula fue puesta en funcionamiento en 2011 cuando interceptó un cohete Grad disparado desde la Franja de Gaza hacia la ciudad israelí de Ashkelon. La información publicada afirma que costó 3.000 millones de dólares.
Hay baterías de la Cúpula de Hierro distribuidas por todo Israel y cada una contiene entre tres y cuatro lanzadores, cada una con unos 20 misiles interceptores. Clarín vio algunas a la vera de la ruta y aunque los funcionarios entrevistados no quisieron dar cifras, se afirma que cada uno de sus misiles interceptores, cuesta U$S 50.000. Su efectividad para destruir un ataque se estima en el 99%. Lo que hace es detectar, rastrear los cohetes que se aproximan mediante un radar y hasta calcula los que pueden caer en zonas pobladas. Luego dispara misiles contra esos cohetes, y deja que los demás caigan en campo abierto.
La Cúpula o Domo de Hierro fue diseñado por las firmas Rafael Advanced Defense Systems e Israel Aerospace Industries, con apoyo estadounidense.
Fue diseñada para destruir misiles de largo alcance, como los de crucero y los balísticos de mediano o largo alcance. Intercepta los que llegan desde de hasta 300 kilómetros y también desde territorio iraní.
Este sistema fue el que se usó para contrarrestar el último ataque de la Guardia Revolucionaria Islámica de Irán, que lanzó 180 proyectiles.
La Honda de David complementa a la Cúpula de Hierro y a las Flechas 2 y 3. El programa también fue iniciado con la primera guerra del Líbano. En 2016, fue transferido a la Fuerza Aérea israelí y en abril de 2017 fue declarado operativo.
Su contratista principal es Rafael Advanced Defense Systems, con Raytheon Missile Systems como subcontratista. Pero su sistema de radar (el MMR) es desarrollado por Elta.
De acuerdo a la información del Ministerio de Defensa de Israel, el desarrollo de este sistema es anterior al de la Cúpula y al de la Honda de David. Se empezó a probar en 1991, cuando, durante la primera Guerra del Golfo Pérsico, Irak lanzó decenas de misiles Scud de fabricación soviética contra Israel. Se utilizó en combate por primera vez en 2017, para derribar un misil tierra-aire sirio. Pero está activo regularmente desde 2000.
Puede detectar misiles a una distancia de 500 kilómetros, pero los intercepta a una distancia relativamente corta, de hasta 100 kilómetros desde el lugar de lanzamiento.
Israel Aerospace Industries (IAI) es el contratista principal de este sistema, mientras que Citron Tree es uno de los centros de comando y control más avanzados del mundo.
Este sistema está diseñado para interceptar misiles balísticos de largo alcance cuando viajan en la parte superior de su arco, fuera de la atmósfera terrestre. Tiene un alcance de 2.400 km.
Se utilizó por primera vez en combate en 2023, para interceptar un misil balístico de las milicias proiraníes hutíes en Yemen. Había sido disparado contra la ciudad costera de Eilat.
El sistema fue desarrollado por la empresa estatal Israel Aerospace Industries y usado por primera vez en 2017 para derribar un misil tierra-aire sirio con la ayuda de la empresa estadounidense Boeing.