La soja en el mercado internacional se viene desvalorizando desde los USD 613/ton que se pagaron en el Mercado de Chicago en promedio durante el 2022 a los USD 428/ton que se llevan pagados en los primeros 8 meses de este año (en dólares de poder de compra constante de agosto de 2024), un ajuste del 30% en sólo dos años. Así lo advirtió un informe elaborado por el economista del Ieral Tobías Lucero, quien asegura que será clave la variable climática para el ingreso de dólares por exportaciones en la próxima campaña.
De cara a los próximos meses, el informe advierte que según las operaciones de futuros realizadas en la primera semana de setiembre en la principal plaza comercial del mundo, los precios se estarían ubicando en un promedio de USD 371 / ton promedio en el último cuatrimestre del año, un 13% por debajo de los valores observados en los dos primeros cuatrimestres del 2024. Por otra parte, en cuanto al 2025, las operaciones a futuro promedian un valor de USD 382/ton, con algunas señales de recuperación o de piso, pero por ahora débiles.
«Para tener perspectiva, los valores que se están manejando en el mercado de la soja para el próximo año se ubican bastante por debajo del promedio de últimos 25 años (USD 480/ton, en poder de compra constante), y hay que volver hasta el 2006 para encontrar un mercado con precios tan deprimidos«. explica Lucero.
Para explicar el fenómeno de precios bajos Lucero repasa lo que sucede en el mundo en materia de oferta y demanda de granos. Por el lado de la oferta, afirma que se viene observando una buena cosecha en desarrollo en Estados Unidos y también la expectativa de que puede haber una cosecha de magnitud en Sudamérica en el 2025 (Brasil, Argentina, que están por arrancar en próximas semanas). Por el lado de la demanda, dice que si bien se espera dinamismo, esta no tendría la potencia suficiente como para absorber cosechas en expansión en forma simultánea de los grandes productores globales, lo que exigiría entonces concesiones en materia de precios.
«China, el gran comprador de este mercado, está cerrando el ciclo actual (2023/2024) con un muy buen nivel de granos en stock (reservas de productos que se construyen por motivo precaución) y las proyecciones señalan que, para absorber las eventuales buenas cosechas de los países antes mencionados, las existencias del gigante asiático deberán seguir creciendo», detalla el analista.
En cuanto al aporte de divisas que puede generar el sector agroexportador en 2025, Lucero dice que si bien falta mucho y dependerá no sólo de los precios sino también de las cosechas (va a ser muy importante que el clima acompañe), un primer escenario de trabajo estima exportaciones por USD 31,6 mil millones, casi USD 500 millones por debajo de las exportaciones que se lograrían este año (-1,5%).
«Las estimaciones presentadas se basan en precios futuros y en supuestos de rindes normales en la próxima campaña de granos de verano (ciclo 2024/2025); también incluyen algunos reacomodamientos que se producirían en la asignación de tierras entre cultivos, con crecimiento de la superficie implantada de soja y retroceso de la del maíz (por el temor de los agricultores de no poder controlar la plaga de la chicharrita) y la consideración que las existencias de soja en manos de productores crecerían levemente respecto a las de este año; se trabaja con un volumen de 7,6 millones de toneladas al cierre del ciclo comercial de la próxima campaña», aclara el informe.