Murió Mario Gómez, el más longevo de los 33 mineros que estuvieron atrapados en una mina, al norte de Santiago de Chile, en 2010. Fue al autor de la primera carta del grupo, escrita a 600 metros de profundidad, que emocionó a Chile con su mensaje en medio de la incertidumbre. Su historia también despertó la admiración de su homónimo, el exfutbolista que se destacó en la selección de Alemania.
La funeraria La Candelaria de Copiapó, ubicada en la región de Atacama (norte de Chile), informó este sábado el deceso en redes sociales y también comunicó que el entierro será el próximo lunes. El hombre, de 74 años, padecía fibrosis pulmonar y silicosis, una enfermedad respiratoria frecuentemente en mineros.
“Soy oxígeno dependiente (desde 2017) debido a un daño por sobre el 50% a mis pulmones. Yo trabajo en minería desde los 14 años, ahí empecé a juntar tierra, y se puso peor cuando estuvimos todo ese tiempo comiendo polvo en la (mina) San José”; señaló Gómez en una entrevista que concedió al medio chileno La Tercera.
El día del accidente, el 5 de agosto de 2010, el minero tenía 63 años. Era el mayor del grupo y fue el noveno en ver la luz, después de 69 días bajo tierra, tras ascender por una jaula de metal de apenas 66 centímetros de diámetro, por un orificio perforado durante más de un mes.
En ese tiempo, Gómez se destacó por ser el primero en escribir una emotiva y alentadora carta, dirigida a su esposa, que significó una nueva prueba de vida para los 400 familiares, que aguardaban novedades en el Campamento Esperanza, después del único mensaje que había llegado desde abajo: «Estamos bien los 33”.
“Querida Lila, estoy bien gracias a Dios. Esperamos salir pronto. Paciencia, Dios es grande, vamos a salir”, contó a través de la misiva que pegó, metida en una bolsita de nylon, al martillo de la sonda que perforó la mina. Y continuó: “Dile a Avalos (su jefe) que este mes haga un informe, no más, lo antes posible, para los últimos meses ( …) Dile qué pasa con el seguro. Bueno Lila, pronto nos comunicaremos”.
La vida del minero chileno también fue motivo de inspiración para el exfutbolista alemán Mario Gómez. En 2010, el delantero reconoció públicamente su admiración por los mineros, especialmente por el trabajador que llevaba su mismo nombre y apellido. De hecho, a través del expresidente Sebastián Piñera, le hizo llegar una camiseta autografiada del Bayern Munich con el número 33.