Una pareja cordobesa que viajó a México para disfrutar de unas vacaciones se vio envuelta en una pesadilla. Francisco y Flavia, oriundos de Leones pero residentes en Córdoba Capital, llegaron al aeropuerto de Cancún el 8 de febrero alrededor de las 18:30 (hora local) con el objetivo de disfrutar de unos días en las playas mexicanas. Sin embargo, lo que comenzó como un viaje de placer se transformó en una experiencia traumática, marcada por interrogatorios, la confiscación de sus pasaportes y finalmente su deportación sin una justificación clara.

Tras llegar al aeropuerto, la pareja, que viajaba con la aerolínea LATAM y había realizado una escala en Lima, fue detenida por las autoridades migratorias. A pesar de contar con todos los documentos necesarios, como los pasajes de vuelta y reservas de hotel en Cancún, Playa del Carmen e Isla Mujeres, los interrogaron sin darles explicaciones claras. Según Francisco, les pidieron los pasaportes, les preguntaron sobre su día de regreso, y les solicitaron mostrar la reserva de los hoteles y los medios con los que pensaban financiar el viaje.

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Uno de los momentos más desconcertantes ocurrió cuando una oficial de Migraciones les indicó que no podían ingresar al país con reservas de hotel sin haberlas pagado completamente. Ante la falta de conexión a internet para realizar el pago en línea, la pareja fue llevada a una sala de interrogatorios, donde les retiraron los celulares y pasaportes. 

Durante varias horas fueron sometidos a preguntas sobre su profesión, ingresos y lugar de residencia, pero sin obtener respuestas claras sobre por qué se les impedía el ingreso a México.

En un momento de desesperación, Francisco intentó defender su posición, pero la respuesta fue agresiva. «Me dijeron que me callara la boca o llamarían a Interpol», recordó angustiado. La situación empeoró cuando, al intentar evitar que Flavia, quien está embarazada de 21 semanas, se pusiera nerviosa, la separaron de él para interrogarla también. A Flavia solo le dieron unos segundos para hacer una llamada y avisar que serían deportados.

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Tras horas de incertidumbre y maltrato, la pareja fue encerrada en una sala sin recibir ninguna explicación. «Nos metieron ahí dentro y nunca me dieron una razón. Mientras más les hablaba, más violentos se ponían», expresó Francisco. La sala donde los retuvieron estaba abarrotada de ciudadanos de diversas nacionalidades, algunos de los cuales llevaban más de 24 horas en esas condiciones. «Había un cubano que estaba ahí desde hacía un día. A otros los mandaban a un calabozo hasta que se tranquilizaban», comentó.

Las condiciones del lugar eran deplorables. «Era como una cárcel. Había colchonetas en el suelo y solo nos daban papel aluminio para cubrirnos. No nos dieron ni agua ni comida», relató Francisco. Solo cuando pidió algo para su esposa le entregaron un sándwich y una gaseosa. 

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Finalmente, la pareja fue escoltada a un vuelo de regreso a Lima, donde pasaron 16 horas en espera antes de regresar a Argentina. Durante todo el proceso, no les devolvieron los pasaportes hasta llegar a Córdoba, y tuvieron que costear los pasajes desde Perú. «Nos daba mucha vergüenza ir como delincuentes en el aeropuerto», concluyó Francisco.

Este incidente ha generado un gran revuelo en las redes sociales y ha abierto un debate sobre los procedimientos migratorios en México. Numerosos turistas han denunciado situaciones similares, y la pareja ya ha realizado las denuncias correspondientes ante la Embajada Argentina y el Instituto Nacional de Migraciones.