El tipo anda suelto, aunque nadie sabe donde está, o no lo delata, a pesar de que existe una recompensa de un millón de euros por su cabeza. Mientras, la policía desde hace 14 años lo busca, aunque no logra atraparlo. En tanto él se burla de ellos; hasta publicó una autobiografía desde la clandestinidad.
No siempre fue así, claro. El hombre, que se llama Vasilis Palaiokostas, en un viejo conocido de la Justicia. Desde muy temprana edad, fue apresado varias veces, pero siempre logró fugarse. Por eso en Grecia, su país, ya se lo apoda “El Inatrapable”.
El gángster suma nada menos que 10 escapes de prisión. El último, hace 14 años, fue espectacular. Consiguió huir de una cárcel de máxima seguridad en un helicóptero. Fue la segunda vez que se escapó de esa misma prisión.
Así, Palaiokostas, que tiene 58 años, se convirtió en el criminal más buscado de Grecia pero ni con una jugosa recompensa de un millón de euros por su cabeza pueden dar con él.
Una carrera criminal que tres décadas, y contando
Vasilis y su hermano Nikos, que comenzaron como pequeños ladrones, se convirtieron en los ladrones más notorios de Grecia después de cometer 27 robos.
Los rumores sobre el accionar de los hermanos Palaiokostas, que son de ciudad de Trikala, se extendieron como reguero de pólvora por todo Grecia durante su carrera criminal, que duró tres décadas.
Esos dichos sugirieron que estaban ayudando a los necesitados al compartir su botín, algo que, de todas formas, nunca pudo comprobarse.
La pareja tenía como objetivo a empresarios ricos y bancos estatales y entraron y salieron de la cárcel antes de que Vasilis fuera sentenciado a 25 años de prisión por el secuestro de un ejecutivo de una gran empresa en 2000.
Un escape de película
Entre las diez fugas de diferentes cárceles griegas que cuenta Palaiokostas, la última, en 2009, fue sin dudas la más espectacular. Fue cuando escapó de la prisión de máxima seguridad de Korydallos en helicóptero. Fue la segunda vez que se logra huir de esa misma prisión.
Las imágenes del elaborado escape, que en su momento circularon por todo el país, muestran al helicóptero aterrizando en el techo de la prisión mientras rápidamente se arroja una cuerda hacia abajo.
En cuestión de segundos, Palaiokostas y otro recluso subieron al helicóptero usando la cuerda y despegaron, mientras se oía a otros reclusos aplaudiendo y vitoreando.
Desde entonces, el gángster no pudo se recapturado. Y hasta se da el lujo de burlarse de sus perseguidores. En 2021 publicó una autobiografía que fue un éxito de ventas. Allí, el hombre narra su vida de delincuencia y sus reiteradas fugas.
Ese libro que cuenta la extraordinaria vida del criminal fue convertida recientemente en un podcastt por Kaleidoscope, lo que desencadenó la idea de una posible película.
Konstantinos Linos, productor del podcast “El buen ladrón”, le contó a The Sun que si bien la huida en sí fue bastante cinematográfica, tenía un simbolismo más fuerte.
“Fueron helicópteros de la prisión de máxima seguridad de Grecia, en el centro de Atenas. Creo que había una bandera del Che Guevara involucrada, había una ‘mujer oscura’ y había un piloto de helicóptero que sólo tenía las mejores cosas que decir sobre Palaiokostas”, sostuvo.
Ni con la ayuda de Interpol y hasta de la CIA
“El acto en sí es cinematográfico, loco, salvaje, extravagante, pero el símbolo, creo, es la historia que plantea muchas preguntas”, agregó. “Este tipo era hijo de un granjero, un delincuente de poca monta de un pueblo rural de Grecia y logró avergonzar a todo el Estado griego, a toda la Interpol, a toda Europa e incluso a los agentes de la CIA que están sobre el terreno”.
“Es un acto de fanfarria, un acto criminal, pero también un acto de resistencia, un acto increíblemente simbólico que avergüenza a mucha gente”, añadió.
Desde que escapó de prisión, Palaiokostas ha permanecido prófugo. La policía sospecha que “algunos miembros del público” lo mantengan oculto o que directamente “no le proporcionen información sobre su paradero”.
El bandido se ha convertido en un símbolo de los tiempos difíciles del país, similar a Jesse James y John Dillinger.
En 2013 estuvieron cerca de agarrarlo. Fue cuando la policía griega creyó haber localizado al escurridizo criminal en una granja en las montañas de Kozani.
Cuando llegaron, encontraron billetes con números de serie coincidentes con los de sus robos, lo que sugiere que todavía estaba repartiendo dinero en efectivo.
El Robin Hood griego
Palaiokostas comenzó su carrera entrando a robar en joyerías, pero pronto se convirtió en un delincuente profesional.
Pero sus fechorías tenían también un tinte político. El hombre estaba harto de la situación financiera de Grecia y de su desigualdad de ingresos, por lo que empezó a atacar a los bancos estatales y a secuestrar a empresarios ricos.
Se convirtió en una leyenda en 1992 cuando llevó a cabo el mayor robo en la historia de Grecia. En un elaborado y audaz plan, Vasilis y su hermano Nikos robaron una sucursal del Banco Nacional en la ciudad de Kalambaka, utilizando un rifle AK-47.
Después de huir con casi medio millón de dólares en efectivo, los hermanos escaparon en un coche robado y comenzaron a arrojar fajos de billetes por la ventanilla.
Según las estimaciones de la época, los hermanos regalaron alrededor de 350 mil dólares ese día, lo que les valió el apodo de “Robin Hood”. Luego se dijo, pero no se confirmó, que el criminal arrojaba fajos de billetes por la ventanilla del coche cada vez que robaba un banco.
A medida que se convirtió gradualmente en el héroe anónimo del público, las historias sobre sus actos de bondad se extendieron por todo el país. Algunos dicen que robaba un coche para evadir a la policía y después lo dejaba en medio de la calle, limpio y brillante, con algo de dinero escondido bajo el asiento del conductor como muestra de gratitud.
Otros describieron cómo las familias necesitadas recibían sobres con dinero para ayudar a que sus hijos pudieran estudiar. Y así, historia tras historia que se contaban por todo Grecia, el hombre fue agrandando su leyenda.
“Los criminales les arrebatan los bolsos a las ancianas. Vassilis estaba en otro nivel: es un bandido socialmente aceptado y un héroe“, recordó en una entrevista con la BBC, uno de sus antiguos compañeros de celda, Polykarpos Georgiadis.
Linos está de acuerdo y dice que el apodo de “Robin Hood griego” resume su historia perfectamente, ya que “hay muchas historias que detallan el espíritu generoso del amable ladrón”.
“La única razón por la que logró mantenerse prófugo, intensificar sus crímenes y realizar algunos ataques descarados al final de su carrera criminal es porque tiene un profundo apoyo popular tanto en las comunidades como en el submundo criminal, donde mantiene un gran respeto de los demás”.
“Un ladrón moral que tiene un código tanto dentro de su comunidad como entre la gente con la que creció y que lo protegió activamente. Su nombre se ha convertido en sinónimo de Robin Hood de Grecia”.
“Y, de nuevo, es increíblemente curioso que el hombre más buscado por Interpol en tiempos de una crisis financiera muy grave en Grecia, donde teníamos un desempleo del 40% y el salario medio era inferior a 1.000 euros al mes, este tipo tenga una recompensa de un millón de dólares por su cabeza, y nadie ha visto ni oído hablar de él durante los últimos 14 años, salvo cuando él decide que lo vean y lo escuchen”, cerró.